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jueves, 27 de enero de 2011

Las direcciones sindicales nos traicionan otra vez

No es nuevo lo que han hecho las direcciones sindicales hoy, o mejor la noche de ayer. Una cena que sirve para ganárselos a los dirigentes sindicales e intentar cerrar la boca a todo el movimiento obrero. Sin embargo, a pesar de lo aparente, el movimiento obrero con su cauce y movilización no es un grifo que se pueda abrir o cerrar según convenga.

Se abrió el grifo el 29 de septiembre y "presionaron" en diciembre con movilizaciones que no son comparables a cualquier huelga general vivida en este país. La contradicción va a ser simple: ¿Cómo es que a día de hoy con la revolución del Magreb y con el desprecio a las políticas de derecha de Zapatero los sindicatos no hacen nada?

Esto va a cuestionar el papel de estas direcciones.

Los errores iniciales de IU, cuya dirección defendió a ultranza a las direcciones sindicales en su "papel" de la Huelga General (que fue mal convocada y poca gente vio expectativas en lograr gran cosa), han sido parcialmente resueltos por suerte. Sin embargo hay que cambiar bastantes cosas en IU.

En el PSOE el debate empieza a recrudecerse. La perspectiva de una derrota en estas autonómicas prevee enfrentamientos mucho más importantes en el futuro. Ante esta perspectiva habrá que ver que nos encontramos.

Sin embargo, dejando de lado a los partidos y sus direcciones, las direcciones sindicales han roto (como hicieron en años anteriores) con sus bases. En un período de crisis en la que todos los trabajadores están afectados, los conflictos en cada empresa serán más fuertes en la que, en bastantes casos, tendrán las bases que saltar a las direcciones reformistas.

¿Qué deberíamos hacer los revolucionarios? En primer lugar, aunque a alguno pueda sonarle raro, entrar en los sindicatos de clase mayoritarios. Lenin bien afirmaba que era obligatorio participar en los sindicatos de clase aún cuando estos tenían direcciones reformistas. Entrar sin hacer nada es estúpido y no es asumible por ningún revolucionario. Hay que entrar con un programa serio de reivindicaciones prácticas en pos de los trabajadores. Pedir la nacionalización bajo control de los obreros de las empresas y la banca, pedir la elegibilidad y revocabilidad en cualquier momento de cualquier miembro de la dirección del sindicato sin importar rango y, por último, por un sindicalismo de clase que defienda a los trabajadores.

Desde organizaciones como el PCE y corrientes como Izquierda Socialista se debería tener el ojo puesto en los sindicatos y proponer a los compañeros que se afilien a los mismos con las ideas correctas y arrebatar la dirección a los inútiles que ejercen ahora.

2 comentarios:

Cristina dijo...

En IU y en la UJCE ya hay bastante gente que esta afiliada a los sindicatos, pero poco se puede hacer porque el ala socialdemócrata del PSOE tiene tomados los sindicatos, al menos eso es lo que ocurre aquí en Murcia.

Un saludo.

CSA dijo...

Pero precisamente ha de ser un trabajo organizado.

Que el PSOE tenga copado los sindicatos no implica que no se vuelvan las tornas.

El PCE y la UJCE han de tener un programa revolucionario con el que ir a los sindicatos y no quemarse con lo que pudiera haber.

Lo que me impactó fue lo que dijo Pablo Nogueras, miembro de la UJCE y secretario político de la sectorial de obreros y obreras de UJCE: "Quizá más importante que recordar a la juventud lo importante que es la huelga es hacer hincapié en que es sólo el primer paso de un camino que no acaba el 30 de septiembre"-hasta ahí de acuerdo-"Cada día nos enfrentamos a una juventud despolitizada y paralizada en torno a los clichés impuestos por la sociedad de consumo"-¿?-"y por ello es vital aprovechar los momentos de tensión social para demostrarles que el capitalismo es un modelo destructivo que no debe ser refundado sino destruido"-con esto último de acuerdo-.

¿Cómo que una juventud despolitizada? ¡Eso no es lo que me estoy encontrando yo! Me atrevería a decir que al revés que están descontentas con la forma de hacer política de los dos grandes partidos de la izquierda.

El caso que me llamó la atención fue el de una chica de la complu que estaba en desacuerdo con la participación en el parlamento. Lo que le conteste fue que el parlamento es usado por la clase dominante como legitimación de sus imposiciones y que lo que debería de hacer el PSOE y PCE es usar el parlamento con dos fines: votar en contra de las medidas contrarias al bienestar de los trabajadores y ser altavoz de las ideas marxistas educando a los trabajadores en que el sistema parlamentario burgués no soluciona las cuestiones importantes.

Al minuto esta chica me apoyó.

¿Qué podemos decir de esto? La conciencia política está aumentando, ¡pero tienen que ser organizaciones como el PCE y UJCE (y el ala marxista del PSOE) quienes combatan los prejuicios!

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